Un sábado más volvimos a Delicias a continuar con nuestras tareas. Los trabajos se están centrando últimamente en el 9121 y él estuvimos desde primera hora de la mañana y además tuvimos alguna que otra tarea «extra».
Para empezar Rubén se puso a rematar la reparación de un cargador de baterías que ya traía prácticamente operativo de casa, pero le quedaban algunos retoques y se dispuso a dejarlo completamente listo ese día. Así fue y a la tarde estuvo probándolo satisfactoriamente.
Otro par de socios nos subimos de nuevo al techo del Zaragoza a verificar las últimas reparaciones que hicimos en la cubierta impermeable. Pequeños retoques y todo parece correcto en este campo. Esperamos no tener más noticias de las lluvias en el interior del vehículo.
El plato fuerte de la mañana llegó con la reparación del embrague del 9121. Poco a poco van llegando los repuestos necesarios para poder completarlo. Y este sábado ya disponíamos de las patas nuevas para reparar la maza. Se limpió todo con agua a presión y un detergente industrial, se repintaron las piezas oportunas y quedó todo listo para poder montarse a la tarde, ya con la pintura seca.
Después de comer, y para dar tiempo a secarse bien a la pintura de las piezas hubo cambio de tareas y nos fuimos al automotor para trabajar en la instalación eléctrica. Concretamente en el cableado de la iluminación. La semana pasada ya comenzaron los trabajos de ir sustituyendo tramos de cable en el interior de los departamentos y esta semana continuamos por el mismo camino, pero además nos pusimos a documentar la instalación eléctrica, es decir, a hacer unos pequeños esquemas de la instalación. Y ya que habíamos empezado por el alumbrado, pues por ahí comenzamos los planos. Con ayuda del polímetro, papel y bolígrafo y bastante paciencia ya tenemos registrada ese tramo de la red eléctrica del 9121 dentro de esta maraña de cables con aislante de tela y bornas de calamina.
Concluimos el montaje de la maza del embrague, y ya hemos encargado un disco que puede servirnos para la reparación. Nos falta el “collarín” que hay que poner completamente nuevo porque el original está destrozado: el rodamiento se había desintegrado y no encontramos ni rastro de ninguna de las bolas; además de que la propia pieza presenta unos desgastes por un funcionamiento incorrecto bastante preocupantes.
Las tareas avanzan, y las jornadas -con la luz natural- empiezan a ser más largas y productivas, y eso siempre nos anima. Nos gusta cómo va la película, no sé si nos darán un goya.
Seguiremos informando. Un saludo.