La paz sea con vosotr@s.
¿Cómo va eso? Aquí seguimos los iluminados de AREMAF restaurando trenes -y malgastando nuestro tiempo trabajando entre semana- en el Museo del Ferrocarril.
Seguimos con el Zaragoza y ya hemos empezado a aplicar el nuevo producto aislante del techo. Es clorocaucho de ese que se da en las piscinas y cubiertas varias.
La cosa no se ha dado mal, pero vamos a darle otra manita para quedarnos tranquilos y orgullosos con nuestra obra. Ha sido un día durete de mucho curro. Maniobrar con el Memé para sacar el Zaragoza a «cielo abierto» porque si no las palomas nos podían «ametrallar» el clorocaucho aún fresquito. Después lijar todos los restos de antiguas cubiertas que aún quedaban en los bordes del techo. Una vez hecho esto, soplado y limpiado todo, nos hemos puesto con las manos en la masa y dale que te pego al clorocaucho y la malla de fibra.
Después de la comida, limpiar, recoger, cubrir con la lona, colocar el automotor a cubierto, por lo que pueda caer y un empujoncito más a la Fenwick que antes o después tendremos en orden de marcha.
Nada más por nuestra parte. Por suerte hoy entre pitos y flautas nos hemos juntado siete curritos y se ha dado provechosa la jornada. En el facebook hemos colgado unas cuantas fotillos, pero como viene siendo tradición, dejamos aquí un par.
Un saludo,
La tropa de AREMAF.