¡Hola de nuevo!
Hora de actualizar el «parte de guerra» de las restauraciones. Y vamos a empezar del modo más atípico posible, hablando de una vieja amiga a la que teníamos un poco descuidada y que a falta de una «gran intervención» que está pidiendo a gritos, hemos decidido ponerla un poco al día. No vaya a ser que haga falta ponerla en marcha de un modo inesperado (no sería la primera vez) y sobretodo que la falta de trabajo con ella y su consiguiente desidia acarreen averías y más problemas de los que ya tiene.
Se trata de nuestra primera restauración integral (funcional y estética) que llevamos a cabo hace ya más de una década y que la última vez que pusimos en marcha apreciamos que su indestructible motor Ebro E-4 (siempre en España siempre han escaseado los fabricantes nacionales de motores y a nosotros ya no nos quedan tantos por tocar) funcionaba sólo a tres cilindros. Así que en un momento de escasez de repuestos, lubricantes y combustibles en la restauración del Zaragoza fuimos a analizar detenidamente la avería de la grúa para ponerle remedio. Pronto nos dimos cuenta de que el inyector del cuarto cilindro no estaba trabajando debidamente. Así que procedimos a desmontar los cuatro inyectores y limpiarlos y ajustarlos debidamente.
El sábado pasado se llevó a cabo la tarea de sacar los inyectores y durante la semana se han limpiado y ajustado debidamente y ya están de nuevo en el interior del motor que arranca correctamente. Aún así queremos ajustar de nuevo la bomba de inyección porque no acabamos de escuchar completamente «redondo» el sonido del motor. Como dijo aquel: «estamos trabajando en ello».
Como lo del Memé, va como va, porque se puede trabajar cuando se puede (y entender lo que queráis y podáis) estamos centrados en los avances con el Zaragoza en modo «very very Low Cost» pero avanzamos. La neúmatica sigue centrando todos los dolores de cabeza, pero cada mejora se celebra como una victoria. Y podemos afirmar que a día de hoy con el tren parado y en absoluto silencio hemos suprimido todos esos silbidos generados por las fugas de aire más «escandalosas» que nos traían de cabeza. ¿Hemos eliminado todas? Ni mucho menos; con el compresor parado la presión cae aún en menos tiempo de el asumible pero vamos cerrando frentes y circuitos. Sin ir más lejos hoy han quedado reparados -por fin- y tras muchos quebraderos de cabeza los mandos de «paro motor». Con los de los mandos de inversor estamos haciendo un trabajo más que costoso ya que nos está tocando pulir a mano y «al espejo» unas piezas y la cosa va lenta, pero va.
Así mismo estamos trabajando para reparar la válvula de tres vías distribuidora de freno y lograr hacerla trabajar con la «delicadeza» que este sistema requiere. Pero esta semana hemos realizado avances importantes que probaremos la próxima y creemos que vamos en el buen camino.
Tiene que llegar más gasoil y más lubricante (para caja de cambios e inversor) y cuando decimos «tiene» es porque lo necesitamos aunque no tengamos nada claro ni como ni cuando, y probablemente con eso y las mejoras neumáticas que llegan jornada tras jornada (algunos días te vas a casa menos satisfecho de la cuenta, pero se compensan por jornadas como la de hoy) las pruebas dinámicas no estén tan lejos y logremos ir sacando adelante este bicho raro llamado 9121, ex-Zaragoza, Wismar o como se llame.
Seguiremos informando.