A excepción de subsanar pequeños desperfectos, las paredes y el techo del cuarto ya están completamente enyesados y pintados (todo blanco con un zócalo gris en las paredes); se ha colocado el rodapié; pintado las puertas y estamos sustituyendo la silicona vieja en los cristales e instalando las luminarias definitivas. Las tareas avanzan lentamente ya que las vamos combinando con otros trabajos en diferentes vehículos del Museo del Ferrocarril, pero esperamos tener el local perfectamente instalado antes del verano.
Otra de las tareas que nos ha mantenido ocupados en el Museo del Ferrocarril ha sido la reparación de la Grúa de los Talleres Centrales de Villaverde Bajo. Este vehículo fue restaurado por AREMAF en el año 2001 pero el paso del tiempo no perdona y además del deterioro exterior en la pintura la grúa sufría una avería que la tenía inmovilizada desde hacía tiempo. La bomba de inyección de su motor sufría una grave avería que la había dejado completamente inutilizada. Después de varios intentos de reparación y de documentarnos acerca del motor Ebro E-4 que equipa la grúa llegamos con el Museo al acuerdo de sustituir la bomba de inyección antes de reparar la antigua por lo costos y poco fiable que pudiera resultar esta intervención.
Una vez documentados adecuadamente se encargó la bomba a un desguace especializado en este tipo de vehículos que nos proporcionaron un modelo idéntico en muy buen estado. Al fin de semana siguiente se procedió a su puesta a punto, instalación y se llevaron a cabo los pertinentes reglajes para sincronizar sus tiempos con los del motor. A día de hoy la grúa vuelve a estar operativa. Para ello además de esta sustitución llevamos a cabo otras reparaciones en el circuito del embrague, sustitución de un manguito del depósito de Gasoil y en un trinquete de uno de los mandos.