Pues nada, sólo contaros que ayer continuamos con el exterminio de termitas, chinches, hongos y demás seres sin billete para ir en el viejo Zaragoza. Esta vez si tenemos algunas fotillos. La última es del sábado. Comenzamos rociándolo con pistola (válido según el fabricante del producto), pero acabamos con rodillo y brocha, que resultó ser mucho más eficaz y rápido. No se aprecia mucho en la segunda foto, pero antes de impregnar con el líquido, vamos lijando todas las maderas, para garantizar que lo absorba correctamente.
¡Saludos!