Hola amigos.
En AREMAF empezamos el año 2015 con más trabajo y alguna cosilla que contaros. Resulta que tras las Puertas Abiertas 2014, y unas pequeñas pero necesarias vacaciones, nos pusimos de nuevo manos a la obra de nuevo con el automotor 9121 para analizar si todo había funcionado bien, y poner solución a los posibles problemas que hubieran surgido.
De este modo, procedimos a la revisión de niveles, cajas de grasa y demás puntos sensibles de deterioro. Y así detectamos que el radiador que habíamos conseguido para el automotor y que cumplió satisfactoriamente toda la jornada de exhibición sufrió una fisura justo al terminar de funcionar; o que las juntas de fieltro del eje motor no daban toda la estanqueidad que pretendíamos. De hecho, esto lo vimos a lo largo de la jornada y aunque no supusiera ningún riesgo para la circulación del vehículo, queremos mejorarlo para evitar pérdidas de lubricante en el inversor. También hay tareas que quedaron pendientes antes de la jornada. Por ejemplo la renovación de algún tubo del circuito neumático, que aunque nos permitió la perfecta operación del automotor, presentaba una fuga que solucionamos de modo temporal.
A todo esto hay que sumar que, como se pudo comprobar, el tren no está restaurado, ni muchísimo menos y toca continuar con los trabajos de reconstrucción propiamente dichos. Prueba de ello es que en el interior faltan infinidad de tablas; el suelo o la conclusión del cableado eléctrico del vehículo para su aspecto y funcionalidad.
Pues justo cuando estábamos retomando todas estas tareas -antes de navidades- asuntos burocráticos asociados al acceso a nuestro lugar de trabajo nos pararon en seco nuestras actividades que ha costado recuperar. Pese a los obstáculos, ya estamos de nuevo trabajando y llevamos un par de sábados plenamente operativos abordando los retos anteriormente expuestos. Eso sí, pasando bastante frío, pero eso es más normal.
Lo primero y más importante ha sido la extracción del radiador de cabina uno para su reparación inmediata que ya se está llevando a cabo. Este apartado -que nos ha dado muchos quebraderos de cabeza- viene de lejos con varios intentos de reparar el radiador original (algo poco práctico dado su deterioro) y posteriormente sustituyéndolo por otro de características similares pero también con una serie de fugas causadas también por sus muchos años de trabajo con otro motor. Ya sabéis, restaurar sin presupuesto implica soluciones «creativas».
Llegados a este punto, y ante la determinación de solventar este problema de un modo definitivo hemos llevado ambos radiadores a un taller especializado que en estos momentos está reparando el más viable de los dos con lo que pretendemos ganar fiabilidad en este apartado y dejarlo completamente cerrado. El miércoles volvió el radiador del taller y mañana pretendemos instalarlo.
Con las pequeñas fugas de lubricante del inversor estamos probando una solución nueva: unos fieltros más duros y gruesos para los casquillos del eje motor y además hemos renovado las juntas de de las tapas que inicialmente pusimos de pasta sintética y ahora hemos vuelto a las tradicionales de cartón.
También continúan los trabajos en los revestimientos interiores, pero de momento con menor intensidad hasta quedar cerrados los asuntos mecánicos, que esperamos sea en las próximas semanas.
Seguiremos informando.