¡Hola amigüitos!
La pertinaz lluvia sobre la hermosa y contaminada ciudad de Madrid no nos ha permitido seguir poniéndole la goma al automotor, ni, en resumen, ninguna actividad al aire libre.
Así que nos hemos dedicado a ordenar y limpiar el local, que estaba ya de una forma que podríamos denominar como francamente. Y no ha sido moco de pavo la historia, porque le hemos dedicado todo el día, menos el rato de la comida. En la foto podéis ver una muestra de ello. ¡Ahora parece que tenemos sitio y todo!
Ya vendrán «findes» mejores.