A falta de una inauguración oficial, se puede decir que el local de AREMAF ya está operativo tal y como lo hemos concebido. Quedan muchos retoques por dar – la mayor parte de ellos estéticos – pero ya disponemos de un banco de mecánica con tornillo; dos de electrónica y pequeños trabajos, un sin fin de archivadores y cajoneras; una mesa de oficina con un PC para las tareas burocráticas, un almacén accesible con nuestras herramientas y documentación y una zona de «intendencia» con nevera microondas, etc. Ahora nos estamos dedicando a la colocación de todos esos elementos ferroviarios meramente decorativos que hemos ido acumulando a lo largo de los años: carteles en desuso de estaciones, aceiteras antiguas, cuadros de mandos, etc.
Tras muchos años de andar recorriendo estaciones y líneas abandonadas, varios kilómetros a pie de vía, y recibiendo algunos obsequios por parte de ferroviarios retirados hemos coleccionado un buen número de aceiteras antiguas que estamos limpiando en el mejor de los casos y restaurando las que se encuentran en peor estado para poder exhibirlas en el local. En esta foto se pueden observar las tres primeras que hemos preparado para mostrar en una estantería.